¡Buenos días a todos queridos internautas!
Esta va a ser la última entrada relacionada con el WiFi. En las anteriores entradas vimos de forma esquemática cómo accedemos a Internet, y la historia del WiFi. Hoy para concluir, veremos algunas características de este sistema.
La primera característica de la que voy a hablar es la frecuencia. Existen principalmente dos tipos de frecuencia; los 2,4 GHz y los 5 GHz. El primer tipo de frecuencia se caracteriza por se útil para enviar datos a distancias lejanas, pero de una forma lenta. Mientras que la segunda frecuencia se utiliza para transmitir ondas a menores distancias y más rápidamente.
La segunda característica de la que os voy a hablar es la nocividad que tienen las ondas WiFi en nuestra salud. Si ya te estas empezando a alarmar, tranquilízate. Las ondas del WiFi no son peligrosas ya que trabajan en voltajes extremadamente bajos. Utiliza longitudes de onda de radiación no ionizantes que son inofensivas para el cuerpo humano. Como dato, salir a dar un paseo en un día soleado es más dañino que quedarse toda una tarde en casa navegando por Internet (usando WiFi).
Por último, hablaré de las pérdidas de señal y de sus causas para que seas capaz de minimizarlas. El módem suele llegar a distancias de 30 metros. En estas distancias, las señales pueden ser bloqueadas por cualquier objeto que conduzca la electricidad, así como metales, agua, espejos e incluso nuestros cuerpos (ya que estamos formados por un 70% de agua). También, las paredes muy gruesas pueden llegar a ralentizar la comunicación, así que ten todo esto en cuenta para la próxima ocasión.
Espero que te haya gustado esta entrada y todas las anteriores relacionadas con el WiFi y nos vemos en la próxima con nuevos temas.
¡Un saludo!